Dentro de las campañas que Gofundme emprende en su plataforma están las ligadas a los animales realizadas por organizaciones animalistas, protectoras o acciones civiles en toda España. 

Los perfiles de las campañas son varios: van desde las ayudas económicas para intervenciones quirúrgicas y tratamientos, a campañas dirigidas a protectoras de animales o a reservas naturales que velan por especies en estado de abandono y vulnerabilidad.

En este contexto, aparecen campañas desde Madrid, donde una de sus vecinas, que recoge a gatos de la calle, lanza un crowdfunding para continuar con su proyecto de protección animal. “Soy una auténtica loca de los gatos. Me encargo de cuidar y mimar a los gatitos callejeros de mi pueblo”, señala Alba en una iniciativa que ha puesto en marcha en la plataforma GoFundMe. “He convertido la casa de mis padres en un resort gatuno para intentar que vivan lo mejor posible. Además de alimentarlos y desparasitarlos cada mes también tengo que seguir con las castraciones para evitar que nazcan más gatitos en la calle y para mejorar su salud y convivencia”, agrega la autora de la iniciativa.

También desde Madrid, Diana Granizo Barge, lanza una campaña para hacer frente a los gastos veterinarios tras la operación de Chronos y la enfermedad de su hurón Kaos. “Me da mucha vergüenza esta situación pero llevo meses complicados. Hace poco tuve a uno de mis hurones (Kaos) muy malito, apunto de morirse. Llevo gastado más de 2.500 euros y continúo con revisiones prácticamente cada dos semanas. Se me acaban los recursos. Además, atropellaron a Chronos, tiene las dos patas de alante partidas, uno de los ojos con una tensión ocular muy alta y bueno. Llevo ya gastados 1.064€. Aún no sé el presupuesto que será la operación, hospitalización, medicación, pruebas, analíticas, incluso si necesitase rehabilitación, hasta donde podría llegar la cifra”, sentencia la autora de la colecta.

Por su parte, Larisa Paraschiv, desde la misma localidad, lanza una campaña para salvar la vida de un gato que fue atropellado en el sector de Arturo Soria. “Cuando pasé la primera vez pensé que era una bolsa negra y recé porque así fuera pero pedí a mi chico que nos diéramos la vuelta para asegurarme. Me acerqué de la forma más segura posible por la calzada e intenté llamarle. El pequeño con las pocas fuerzas que le quedaban levantó la cabecita. Sin dudarlo, en ese mismo instante crucé y lo llevé al coche para acercarlo al veterinario más cercano, pero la noticia fue muy dura. El gatito tiene la mandíbula destrozada y perderá un ojito. Desde entonces, he tocado puertas sin descanso, pero la respuesta ha sido un silencio ensordecedor. Ni la Comunidad de Madrid, ni SEVEMUR, ni la colonia a la que pertenecía, ni asociaciones, ni siquiera la policía nos dio una respuesta Sentimos mucha impotencia y tristeza al ver a este pequeño luchando por su vida, sin poder hacer mucho. Por el momento, han tratado de estabilizarlo y bajarle la fiebre para poder valorar una intervención. Todos los gastos de las pruebas, medicación y hospitalización los hemos pagado de nuestro bolsillo pero los presupuestos que nos dan para la intervención son muy altos”, relata la autora de la iniciativa.

Desde Prioro, Castilla y León, Ruben Sanchez Fernandez, lanza una recaudación de fondos para Oliver, un perro callejero que recogió en Georgia donde fue atropellado y abandonado. “Oliver estaba sentenciado a muerte, ya que su pata trasera derecha quedó destrozada. Tuvo la fortuna de ser encontrado por una pareja que lo acogió en su casa. Por casualidad nosotros estamos pasando unos días en esa vivienda durante nuestro viaje por Georgia. Lo hemos llevado a una clínica veterinaria en Tiflis y tras hacer varias radiografías confirmaron que tiene el fémur destrozado y necesita cirugía urgente. Aún no sabemos si podrán salvarle la pierna o tendrán que amputarla. Oliver es un perro joven y cariñoso, está muy desnutrido y débil y si no se somete a una operación posiblemente no sobrevivirá”, relata el autor.

En otra urgencia por un perro, aparece una campaña para pagar la atención veterinaria de un perro de Madrid que perderá su lengua por una procesionaria. “El pasado miércoles 13 de marzo de 2024 la vida de mi perra de 1 año recién cambió para siempre. Dando un paseo tranquilo por el parque del Retiro, a Mora le llamó la atención una especie de montón de pelusas que había en el césped y se las metió en la boca, era un nido de procesionarias”, cuenta Juan Rodríguez Amador en una campaña que ha puesto en GoFundMe con el fin de poder pagar los gastos veterinarios. A pesar de la rapidez de la intervención, Mora quedó muy inflamada, y aunque su vida ya no corre peligro porque después de una endoscopia su esófago no está comprometido, le espera una larga hospitalización de cerca de cuatro semanas en las que le van a someter a diversas curas y cirugías para extirpar el tejido necrosado que produce la toxina de la procesionaria y probablemente va a perder parte de su lengua.

La asociación La Gata Insubmisa, desde Tarragona, lanza una campaña para dar vida a su centro social basado en un espacio de encuentro inclusivo, con valores como el feminismo, el antiespecismo, el antirracismo, el arte y la protección animal. Sobre este último realizan el proyecto Cat Café. “Se trata de un espacio único y acogedor donde puedes pasar un rato con gatos que buscan un hogar. Este espacio no solo nos permite cuidar de estos seres peludos, sino que también fomenta la conciencia sobre la adopción responsable y el antiespecismo. Cada gato es atendido con amor y dedicación, y trabajamos para encontrarles hogares que los amen para siempre”, sentencian desde la asociación.

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