Atraídos por lo desconocido, desdeñamos a menudo estupendas realidades cercanas. Intentar desentrañarlo plantea actitudes encomiables, a no ser que nos conduzcan al olvido de lo inmediato. Obsesionados con el MISTERIO, nos aturdimos.

Siempre esperando extraer las soluciones desde ese fondo indeterminado, nos solemos quedar con la boca abierta. Va calando la sensación de inutilidad si partimos desde allí; avizoramos alguna posibilidad sugestiva, la de establecer el punto de partida en nuestros ADENTROS.

Por esta vez, vamos a ir contracorriente en busca del REVULSIVO eficaz, intentaremos ver el asunto de abajo hacia arriba, de dentro a fuera, como si esa fuera la única opción. De hecho, la suma de los adentros es prometedora.

Las soluciones a lo grande son estentóreas y nos dejan absortos. Pero se vacían con rapidez ante hecatombes y desgracias, barbaridades y actitudes degeneradas. La INMEDIATEZ aduce otros requerimientos conceptuales y prácticos.

Dicha inmediatez plantea 3 IMPERATIVOS fascinantes. 1. Preparación a fondo de las personas, aprovechando cualidades y limando defectos. 2. Esmero en la atención prestada a la disposición del ánimo y su orientación. 3. Culminando con la tenacidad participativa. Esa es la sugerencia, desde aquí y ahora.