- Purpose Alliance surge en el inicio de la pandemia con el objetivo de facilitar a cualquier persona la creación de iniciativas.
- Su objetivo es empoderar a personas y organizaciones extraordinarias para crear un mundo mejor.
Cuando nos desprendemos de la negatividad, creemos en lo que hacemos, y nos focalizamos en crear valor, el trabajo se concibe de otra manera. Esto es por lo que apuestan los protagonistas de la historia que os contamos hoy: Purpose Alliance.
Tras esta comunidad de hacedores, se encuentran distintas organizaciones y tipos de personas (emprendedores, innovadores, consultores, inversores y muchos otros). Todos ellos preocupados por la creación de un mundo mejor. Desde los nuevos modelos de gestión de la innovación (Purpose Launchpad), este proyecto empodera a distintos colectivos para que generen, a través de sus iniciativas, un impacto positivo.
Así, a través de distintos programas innovadores, Purpose Alliance dedica sus esfuerzos a ayudar a personas a descubrir su propósito personal. También procura facilitar a las startups herramientas con las que hacer evolucionar sus propuestas. Y contribuye a que las organizaciones mejoren la mentalidad de sus equipos, generando comunidad y creando un impacto positivo en el negocio y en el mundo.
Nacimiento de Purpose Alliance
Esta historia que os traemos hoy, es el claro ejemplo de que «no hay mal que por bien no venga«. Y es que el germen de Purpose Alliance fue, precisamente, una «mala noticia» transformada en un impulso positivo.
Al inicio de la pandemia, su fundador Francisco Palao, a quien ya tuvimos la suerte de conocer en 2012, vio cancelada una de sus conferencias magistrales sobre Propósito. Esta circunstancia, más que un bache, se convirtió en una oportunidad. Una ilusión por aportar valor a un problema de escala mundial. De este modo, ese mismo 19 de marzo que habría estado ofreciendo su ponencia en Paraguay, decidió lanzar el primer Desafío Global para ayudar con el COVID-19.
A través de esta propuesta, Palao ofreció formación gratuita sobre metodologías de innovación, dirigida a cualquier persona interesada. A esta idea, se sumaron desde el principio otros dos «locos» que creían en la construcción de un mundo mejor: Andrea Llong y Scally Tye.
El resultado fue todo un éxito: se unieron más de 350 personas para encontrar soluciones a este problema masivo y se generaron más de 20 soluciones. Posteriormente, se desarrollaron otros desafíos locales, a los que se incorporaron otros líderes.
Gracias al apoyo de todas esas personas, y a su buena acogida, esa idea ambiciosa se tradujo en Purpose Alliance, un proyecto emprendedor que cuenta hoy con unos dos años de recorrido.
De lo mental a lo material
Tal y como afirma Manel Fernández Jaria, mentor de estas nuevas metodologías de innovación, «aprender a cumplir sueños debería ser una asignatura obligatoria en la enseñanza básica de todos los ciudadanos». Además, afirma que «la realidad siempre se crea dos veces, una en el campo mental y otra en el mundo material».
Dicho y hecho. Francisco Palao supo cubrir ese déficit, llevando una idea (que bien podría parecer ambiciosa o utópica) al plano de la realidad. Una idea que se tradujo en Purpose Alliance, y que a día de hoy ofrece distintas propuestas orientadas a generar sentimiento de propósito a través de lo que cada uno hace.
El objetivo es claro: sentir que puedes ir más allá a la hora de, por ejemplo, prestar un servicio o vender un producto. Saber que siempre es posible generar un impacto positivo en el mundo y en uno mismo a través del trabajo. Y que la creación de un ambiente positivo en el que desarrollar tu actividad, es posible.
Guiados por la acción, la colaboración, la diversidad, la integridad y la evolución, este ecosistema se marca su propio propósito: ayudar a mil millones de personas a crear un impacto positivo para 2030. Un reto ambicioso que, tras más de 35 retos llevados a cabo y la creación de una comunidad sólida, va, sin duda, por muy buen camino.
CAB/AR