¿Existe alguna relación entre la riqueza y los valores patriarcales de la sociedad? 

Veremos cómo estos dos conceptos tan incomprendidos para muchos, Abundancia y Patriarcado, empiezan a resonar cada vez más en las redes dentro del crecimiento personal. Ambas ideas, aparentemente inconexas, guardan un vínculo subyacente más allá de lo que pueda parecer. 

cornucopia, símbolo de la abundancia

Mucho se habla en los últimos tiempos del concepto de Abundancia. ¿Cuántos de nosotros no hemos realizado uno de esos retos de 21 días para aprender a conectarte con ella? Para quienes no lo hayan oído nunca, os digo que la Abundancia se entiende como: «hay de todo para todos en este planeta y no hay que preocuparse de que se vaya a acabar». En contraposición al concepto de escasez que dice que no hay suficiente para todos por lo que hay que luchar por la supervivencia. ¿Os suena? 

La Abundancia no hace referencia sólo a recursos alimentarios, etc, sino también económicos, es decir, dinero. Aquellos que hablan de Abundancia, se refieren al dinero como energía que debe fluir, que debemos usar con inteligencia siendo conscientes de que donde pones tu dinero pones tu energía, lo cual te lleva a cuestionarte dónde pones tu energía en general, pues cuando pones energía haces que eso crezca. Esto ya de entrada me parece una gran revelación. No es la única…

Si sumamos la riqueza global del planeta veremos que efectivamente es así, hay una abundancia ilimitada de recursos (algunos sí son limitados, claro está) pero están malamente distribuidos. Unos pocos tienen muchísimo y otros muchos tienen poquísimo. El problema pues está en la distribución de esta Abundancia. ¿A qué puede deberse esto? Veamos…

Bert Hellinger

Según las enseñanzas de Bert Hellinger, teólogo alemán (y para mí un gran maestro), la Abundancia se asocia con el arquetipo de la Madre y la distribución de esa riqueza se vincula al arquetipo del Padre. Deduzco que, si extrapolamos esto a nivel global de la humanidad, la Abundancia se asociaría a la Madre Tierra y la distribución de la riqueza al sistema económico, el cual rige claramente de dónde viene y adónde va esa riqueza.

Si esta distribución es tan desigual, obviamente tenemos un problema. ¿En qué valores se sustenta el sistema económico actual? No hace falta ser muy inteligente o culto para saber que son los valores patriarcales los que gobiernan el sistema. ¿Qué quiero decir con patriarcal? Pues ni más ni menos que energía masculina mal canalizada.

Esto implica dos cosas importantes:

  1. La energía masculina no es mejor ni peor que la femenina. Ambas son esenciales para la vida y ya lo demuestran nuestras gametos (óvulos y espermatozoides en acción). 

  2. Si la energía masculina está mal canalizada, es cuestión de ponerle solución. No es algo irreparable e inamovible. Es energía que podemos canalizar positivamente.

Podemos canalizarla bien si entre todos buscamos una solución y nos comprometemos como individuos proactivos. Aquí veo dos acciones inmediatas necesarias:

  1. La recuperación de los valores humanos de antaño, más allá de credos o religiones. Ponerlos en práctica en nuestro día a día. (No crecer a toda costa)

  2. La expansión de una educación financiera accesible y sostenible para todo el mundo.

 

La educación financiera debería estar instaurada en los colegios.

Estas dos líneas de actuación permitirían deconstruir esta relación insana entre la Abundancia y el Patriarcado, para reconstruir un nuevo sistema económico basándose en unos pilares sostenibles y proporcionales que potencien y aseguren el bienestar social de todas y cada una de las personas que viven en la Tierra sin eximir de responsabilidad a nadie. Todos somos agentes de cambio, el cambio hacia una nueva estructura mental.

En otra palabras, un sistema económico cuya energía masculina y femenina estén integradas y equilibradas, donde no haya abusos de poder. Y recalco, el problema no es la Abundancia sino la distribución de la misma. 

¿Qué valores rigen nuestra vida?

Para ello es importante que hagamos un trabajo interno individual potente y dejar de culpar a los agentes externos. ¿Por qué? Porque todos somos uno, estamos interconectados. Lo que hace alguien en China puede afectar a lo que hago yo en España, y esto lo ha dejado bastante claro el COVID-19. Si todos seguimos alimentando este sistema podrido, no podremos construir algo saludable desde cero que tenga repercusiones duraderas y sólidas.

Recuerda que donde pones tu dinero pones tu energía. ¿Dónde quieres poner la tuya? ¿En un sistema patriarcal que fomenta la desigualdad extrema o en un sistema donde hay riqueza para todos? Abundancia y Patriarcado parece que no vibran en la misma frecuencia.

Sofistas, cuando tener espíritu crítico era de sabios...

En conclusión, y en respuesta a la pregunta inicial: la abundancia y el patriarcado no son compatibles si se persigue una distribución justa y equitativa de esa riqueza. Desde mi punto de vista, hasta que no cambiemos nuestra mentalidad a nivel individual, y esto vendría a través de la educación.

Hasta que la igualdad no sea más importante que tener el smartphone de última generación, hasta que nuestros sueños no sean más fuertes que nuestros miedos, no podremos conseguir o mantener un sistema económico que nos aporte felicidad y calidad de vida a nivel global.

Tod@s somos responsables. A aplicarse el cuento.