Realidad Virtual inmersiva como terapia alternativa

  • Investigadores de la Universidad de Almería demuestran el impacto positivo de la Realidad Virtual sobre pacientes con daño cerebral adquirido.
  • El estudio relaciona el uso de esta tecnología a la mejora del equilibrio de la postura, la marcha y el riesgo de caída de los enfermos.

Realidad virtual para terapias inmersivas

Las nuevas tecnologías pueden tener un gran impacto positivo en el campo de la sanidad. Buen ejemplo de ello es la Realidad Virtual inmersiva, capaz de sumergir al usuario en un entorno virtual e interactuar con él a través de unas gafas especiales.

Un equipo de la Universidad de Almería ha emprendido recientemente una investigación que pretende demostrar la eficacia de esta tecnología en la rehabilitación de pacientes de daño cerebral adquirido. Según el estudio, el uso de este dispositivo es capaz de influir positivamente en el equilibrio y la postura de los enfermos.

La Realidad Virtual lleva años en funcionamiento, pero no se había aplicado como tecnología inmersiva, sino con aquella en la que el paciente ve la escena virtual una pantalla de televisión.

Desarrollo de la investigación

El estudio parte de la comparación de la eficacia del tratamiento con otro protocolo de intervención basado en el uso de técnicas tradicionales de fisioterapia y con una situación de no tratamiento.

Tiene su origen en el TFM de Irene Cortés Pérez, realizado en la UAL dentro del Máster de Ciencias del Sistema Nervioso en 2019. De ese trabajo ha surgido una línea de colaboración con el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén.

La intervención en los pacientes se desarrolló a lo largo de dos meses. En cuanto a la Realidad Virtual, se realizaban tres sesiones semanales de unos 45 minutos de duración, y un escenario virtual distinto en cada semana. Igualmente, se aplicó el mismo número de sesiones de fisioterapia tradicional.

El requisito de los entornos virtuales empleados en las sesiones era que el paciente estuviese de pie, y que realizase distintas actividades en cada caso:

  • El primer escenario, por ejemplo, era un paisaje de un parque nacional de Islandia. Este servía como una primera toma de contacto del paciente con el dispositivo y el mundo virtual.
  • A continuación, el segundo escenario se trataba de un Sistema Solar virtual. En él, el paciente podía jugar e interactuar con los planetas como si se tratase de balones.
  • El tercer escenario, mostraba una escalada virtual. Como si de un rocódromo se tratase, el paciente podía jugar acercándose a la pared rocosa y escalarla.
  • Y para acabar, el cuarto escenario era una cocina virtual, donde el paciente debía preparar unas tortitas.

Los resultados

Cada una de las tres situaciones (Realidad Virtual, fisioterapia tradicional y no tratamiento) fueron evaluadas, para hallar efectos sobre la marcha, el equilibrio, el riesgo de caídas y la percepción de verticalidad.

Por regla general, se encontró un impacto positivo sobre los pacientes en ambos tratamientos. Sin embargo, se halló un mayor grado de mejora sobre el equilibrio postural, la marcha y el riesgo de caída gracias a la Realidad Virtual inmersiva.

De momento, el resultado del estudio se encuentra en un estado inicial, y debe ser validado en un ensayo controlado con un número mayor de pacientes.

Aún así, la investigación sugiere que entrenar el equilibrio junto con la función motora con el paciente de pie es positivo para mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caída de pacientes con daño cerebral. Para ello, la Realidad Virtual inmersiva ofrece la posibilidad de realizar tareas de carácter lúdico, que resultan motivadoras para el paciente y fomentan su implicación en la terapia.

Fuente: Fundación Descubre