Las tensiones suelen enmarañar las ideas. La convivencia de las COMISIONES falleras durante el año, tratan de sustituirlas por su labor comunitaria, la del grupo pergeñando los trazos básicos de su futura falla.
El apartado inicial de la fiesta se centra en los PREPARATIVOS; recaudación de fondos, elección de su lema y artista, programación de actividades, tracas y cortejos, acompañamiento musical; incluyendo en todo ello al sector infantil.
El estruendo transgresor de petardos y cohetes, expulsa a la rutina de los entornos, modulando la brusquedad con la SINFONÍA callejera de las bandas musicales.
Pero dando un paso más, la sublimación del festejo acoge con fruición el máximo sentido del HUMOR, para no sobrepasar la sensatez a base de críticas mostrencas y desaforadas; el talante no debe ensombrecerse con rostros ceñudos.
Culminan con la creatividad ARTÍSTICA en la elaboración de ninots y monumentos falleros. En los que plasman la enjundia festiva en un alarde de liberación y compromiso sublimado.
Los dimes y diretes son reducidos a cenizas en una CREMÁ purificadora que deja expeditos los caminos para los proyectos libres de cada mentalidad.
Fotografía de la cremá de fallas cortesía de K Λ X I I I.