La Fundación Mensajeros de la Paz ha inaugurado en Vallecas un proyecto de acogida temporal para familias sin recursos
- Seis familias que se han visto afectadas por la crisis económica y el desamparo institucional, conviven en el Centro Social de la organización del padre Ángel en El Pozo (Madrid).
- La duración del recurso es de un curso escolar, mientras se impulsa la inserción socio-laboral de las familias.
La ONG Mensajeros de la Paz de nueva muestra de su solidaridad y compromiso con los que menos tienen en su proyecto de atención integral a familias sin recursos, inaugurado a principios de este curso escolar. Se trata de la habilitación de un espacio en su Centro Social de El Pozo del Tío Raimundo (Vallecas, Madrid) en el que la fundación del padre Ángel ofrece alojamiento y manutención de manera temporal (durante un curso escolar)
«Este proyecto se hace más necesario que nunca ante la dramática situación de muchas familias que no pueden enfrentarse al pago de un alquiler —cuyas rentas están disparadas en las grandes ciudades— o la exagerada subida de algunos suministros, y que han temido o padecido el desahucio».
Entre las alojadas actualmente, hay familias numerosas, monoparentales y personas solas, todas ellas incapaces de costearse un espacio en el que habitar adecuado a los miembros que son y las necesidades que tienen.
Familias sin acceso legal a una vivienda

Vista de un dormitorio de los apartamento de acogida de Mensajeros de la Paz para familias sin recursos
Las seis familias necesitaron el recurso de Mensajeros ante la imposibilidad, ya no de asumir los gastos del alquiler de una vivienda, sino de acceder a él, al no poseer los documentos solicitados por agencias y propietarios.
«Nos pedían un mínimo de tres nóminas. Sin ellas, aunque tuviéramos el resto de papeles en regla, no te conceden el alquiler», cuenta “Carlos” (nombre ficticio). Su esposa y él llegaron hace mes y medio a España, con un contrato de trabajo y sus dos hijos, de 10 y 11 años. No fue suficiente para conseguir dónde alojarse con garantías y sin extorsiones, y tuvieron que ocupar un piso hasta conocer este recurso.
Por su parte, la familia de “Fátima” (nombre también ficticio) se quedó en la calle después de que no se pudiera frenar su desahucio. Su esposo, sus tres hijos (de 3, 5 y 15 años) y ella, embarazada, se veían obligados a ocupar una casa en el sur de la capital. Como Fátima es alumna de las clases gratuitas de español que el Centro Social de Mensajeros de la Paz ofrece en Villaverde, comentó allí lo ocurrido, y la derivaron al nuevo recurso. «Estamos felices, porque los niños ya están empadronados y yendo al nuevo colegio», dice Fátima.
Acogida a refugiados frustrada
Españoles, venezolanos, peruanos, marroquíes e iraquíes conviven en estas instalaciones en El Pozo, que fueron preparadas por el padre Ángel para la acogida a familias refugiadas. «Después de dos años teniéndolas listas y en desuso, ya que no nos han llegado a derivar familias refugiadas, emplearlas en este nuevo proyecto nos consuela y vuelve a ilusionar», afirma el padre Ángel, presidente de Mensajeros. «Son familias que también lo merecen todo. Han sido muy valientes pidiéndonos ayuda».
Este recurso de vivienda temporal tiene capacidad para acoger a una docena de familias. Consta de habitaciones individuales que forman pequeños apartamentos junto a salas de estar y office. Lo más parecido posible a pisos unifamiliares. También hay zona de colada y patio.

Vista del comedor de uno de los apartamento de acogida de Mensajeros de la Paz para familias sin recursos
Mensajeros de la Paz no sólo ofrece a los usuarios el alojamiento gratuito, sino que les brinda al mismo tiempo la manutención completa y ayuda para transporte público. Tras su ingreso, la familia puede beneficiarse además de los servicios de ropero y banco de alimentos y productos básicos que se ofrecen en ese centro a cientos de familias sin recursos desde 2013. Por último, Mensajeros da la posibilidad de que los adultos de estas familias se apunten a los cursos de formación que se imparten por las tardes, y que acudan a las trabajadoras sociales que dirigen el centro para solicitar cualquier otro apoyo.
Actualmente un millón y medio de hogares sobreviven en España sin trabajo, y medio millón, sin ningún tipo de ingreso. La ONG del padre Ángel, mientras exige un cambio político que dé oportunidades de empleo para que las familias no dependan de Servicios Sociales, o al menos puedan acceder a viviendas sociales, lleva trabajando en sus centros integrales desde 2012 la promoción de los colectivos más desfavorecidos.