INGREDIENTES
- Una taza de anacardos crudos remojados
- Un buen puñado de albahaca fresca
- Un ajo fresco
- Un chorrazo contundente de aceite de oliva
- Dos cucharadas soperas de levadura de cerveza
- Un poquito de sal
PASOS A SEGUIR
Se pone todo en una batidora y se bate que bate hasta que te guste la textura que queda.
Básicamente he elegido los anacardos crudos porque los piñones, que es con lo que se hace normalmente, me parecen carísimos y además no tenía en casa. Los anacardos tienen un sabor bastante neutro y con ponerlos a remojo cuatro horas es suficiente para conseguir la consistencia que me gusta, también se podrían utilizar almendras crudas o piñones si quieres darte el capricho o te has ido a robarlos a la naturaleza.
La albahaca fresca es muy importante para el pesto. Si te apetece hacer un buen pesto, pero no tienes albahaca fresca ni lo intentes. No merece la pena hacerla con albahaca seca, no tiene ni de coña el mismo sabor. Repito la primera frase del párrafo si quieres hacer buen pesto, si te da igual el sabor puedes arriesgarte a hacerlo con la de botecito, pero en este caso utilizaría eneldo, que me gusta más, no soy nada fan de la albahaca seca.
Autocrítica del pesto de anacardos
Esta receta me gusta bastante ya que al llevar bastante aceite de oliva se extiende muy bien sobre la superficie que queramos utilizar, ya sea pasta, panecitos crujientes o para mojar directamente con los dedos. Quiero destacar que al llevar levadura de cerveza le da cierto sabor a parmesano, si quieres darle más sabor aún a parmesano vegano puedes comprarlo hecho o puedes ver una receta en mi Instagram. Si no te gusta el ajo no hace falta que lo pongas.
Hope you like it. Muak!
Receta del blog: La pasta no engorda