Ocurrió hace un par de semanas en un puente cerca de Golders Green, al norte de Londres: un hombre saltó la valla del mismo con el fin de quitarse la vida, pero las personas que había alrededor reaccionaron rápidamente y lo impidieron.

Quizás el suicida no escogió la hora más adecuada para quitarse la vida, ya que decidió saltar del puente justo en plena hora punta, por lo que, al verlo, las personas que pasaban por allí se acercaron, lo agarraron a través de la valla y lo retuvieron para salvarle la vida.

Lo curioso o meritorio del suceso es que, precisamente porque era hora punta, los improvisados salvadores tuvieron que mantenerlo así, sujeto y hablándole durante dos horas, hasta que llegó la policía.

A pesar de la incomodidad de la estampa, los transeúntes se negaron a soltarlo y lo que hicieron fue atarlo con cuerdas a la valla del puente.

Un ejemplo más de buenas noticias de cada día y que no solamente hay sucesos negativos. Las personas somos, en general, buenas y cuando es necesario nos ayudamos los unos a los otros, como debe ser.