30 años de Sur a Sur.
ASPA, la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz cumple 30 años.
Desde Cuentamealgobueno queremos felicitar a ASPA, la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz que hoy, 24 de mayo, cumple 30 años acompañando la cooperación internacional y la sensibilización social.
Se dice pronto, pero «son ya 30 años intentando hacer efectiva la solidaridad, eso que Gioconda Belli llama “la ternura de los pueblos” y en el que las socias y lo socios [de ASPA] han jugado un papel impagable y decisivo con su apoyo».
ASPA es la primera ONG andaluza, que nace en 1987, intentando articular una voz en la construcción de la política española de cooperación, desde una Andalucía que buscaba salir de su secular abandono y reivindicaba sus señas de identidad.
Sus primeros años, finales de la década de los ochenta, que cerraba con la caída del muro de Berlín el ciclo de la guerra fría, estuvieron marcados por la creación de instrumentos de financiación y respuestas urgentes a demandas solidarias en el Sáhara Occidental, Palestina, países centroamericanos y Cuba.
Adolescencia de ASPA.
La adolescencia de la asociación, en los 90, está imbricada en la necesidad de unirse a otras entidades a través de plataformas, foros y redes, destacando la Plataforma del 0,7%, que significó una gran movilización en Andalucía y en España, y la Plataforma de solidaridad con los inmigrantes de Málaga, que empezaba a buscar alianzas para dar repuesta al incipiente fenómeno de la inmigración.
En el mundo, mientras tanto, el Consenso de Washington extendía su influencia y las instituciones de Bretton Woods aplicaban sin reparo las políticas de ajustes. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional celebraban su 50 aniversario en Madrid. La respuesta de la sociedad fue el “Foro alternativo; las otras voces del Planeta” y ASPA incidía en “Los retos de las ONGD ante el nuevo milenio”.
Estos años de movilización y sensibilización de la población fueron el caldo de cultivo para el surgimiento de la cooperación descentralizada. Una cooperación vinculada a los territorios que no tiene referentes en otros países y que ahora, tras varios años de recortes, está renaciendo con un perfil de nuevo cuño, más vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La década de los 90 fue también la década de las Cumbres sobre Desarrollo. Desde Río92 hasta la Cumbre sobre Población y Desarrollo en el 94, pasando por la Cumbre sobre Mujer y Desarrollo del 95 o la Cumbre sobre el Desarrollo Social en 1998. Todas ellas tuvieron como síntesis los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Para hacerse eco de estos cambios ASPA incide en la Educación global y la sensibilización, de tal manera que las dos alas desde las que la asociación quiere remontar su vuelo son desde esta década la cooperación y la sensibilización.
Juventud de ASPA.
La juventud de asociación que pareció inaugurarse con el cambio de siglo, marca el comienzo de una nueva época. «Asistimos al auge de los países emergentes, la guerra contra el terrorismo que se desató tras el ataque a las Torres Gemelas, la invasión de Irak, el reconocimiento del cambio climático como problema acuciante y la expansión del capitalismo financiero que dio lugar, al final de la década, a la mayor crisis financiera desde los años 30.
Internamente seguimos creciendo, esta vez de la mano de las CCAA que, por fin, se incorporaron como socias de pleno derecho y tuvieron mucho que ver en el desarrollo y la implantación a lo largo de todo el estado de la campaña Pobreza Cero que todavía hoy es un referente en el día de lucha contra la pobreza.
La cooperación española ha sufrido un recorte del 70% y, como resultado, las propias ONGD hemos tenido que hacer frente a un descenso en picado de las subvenciones para la ejecución de proyectos de desarrollo, para asistencia humanitaria y para Educación para la Ciudadanía Global.
Las consecuencias han sido duras para las ONGD aquí, pero sobre todo, para las personas de otros contextos con las que hemos tenido que dejar de colaborar. Sin embargo, a pesar de los recortes y de la crisis, la mayoría de las organizaciones ha sabido resistir, redefiniendo estrategias y contado con la solidaridad de socios y colaboradores».
Madurez de ASPA.
«Estos últimos años, que podemos llamar de la madurez, hemos participado activamente en la construcción de la posición española sobre la Agenda 2030, aprobada por la Asamblea de Naciones Unidas en septiembre de 2015.
Seguimos trabajando para que su implementación se traduzca en políticas realmente transformadoras que hagan de este planeta un lugar vivible para su población actual y futura. Desde ASPA hemos querido poner el énfasis en el acogimiento de las personas inmigrantes y refugiadas y en nuestro entorno más inmediato en el trabajo en los barrios en los que nos ubicamos.
Celebramos treinta años de trabajo conjunto, basado en el respeto a las diferencias y en la construcción de confianza entre nosotras. Años empeñadas en construir acuerdos, y en aceptar los disensos, cuando los consensos no son posibles. Estamos contentas y queremos celebrar lo que hemos logrado juntas para tomar fuerza frente a las exigencias de una nueva realidad que, de nuevo, nos invita a repensarnos desde una lógica que ya no es la de los países del Norte y del Sur, sino la de los desafíos universales como el cambio climático, la migración o la desigualdad. El reto es muy grande, pero tenemos la fuerza de la experiencia y la potencia de un colectivo de más de 500 socias, mujeres y hombres, o comprometidas con la justicia global.
Todo está relacionado…
«Seguimos de sur a sur. Poco a poco. Descubriendo que tras cada paso viene otro más. Y sabiendo que todo está relacionado. La mariposa del camino tiene que ver con la galaxia más distante. Mi conciencia con las partículas elementales subatómicas. La descarga de dióxido de carbono del viejo autobús con la vía Láctea. La manera que tenemos de desplazarnos, de divertirnos, de construir nuestras casas. La ropa que vestimos. El cambio climático. La pérdida acelerada de biodiversidad.
Todo está relacionado y por tanto todo es necesario: la sobriedad y sencillez de vida, los hábitos de consumo, la espiritualidad, la ética, la economía, la política, los movimientos sociales, la educación…
Todo es necesario porque todo está relacionado. Cada uno desde lo que podemos y sabemos. Aprendiendo y valorando los esfuerzos de los demás. Apoyándonos unos a otros. Enseñándonos y ayudándonos. Contando incluso con aquellos que piensan o pensamos que está en barco distinto. Cada uno en lo que podemos y sabemos, ampliando, con la ayuda de los otros, nuestros ámbitos de comportamiento. Estamos cambiando el mundo».
¡Felicidades ASPA!