Las ensoñaciones se libran de las prohibiciones; pero proliferan los ambientes propicios para la devaluación de los ensueños, de tanto apegarnos a la VORÁGINE autómata, enemiga declarada de las reverberaciones pausadas de la mente.
En estas lides brotan las oportunidades del REGALO con sus múltiples facetas, previsibles o sorprendentes, irónicos o desfacedores de entuertos, en la cercanía de las pompas o atentos a las circunstancias concretas de cada caso.
Los códigos genéticos de cada quién imponen los sellos PECULIARES a las perspectivas de los regalos. Desde los dinerarios al oportuno o los caídos a destiempo; la confianza es un buen complemento para el acierto.
¿Cómo haremos cantar al ruiseñor de la ilusión? Se añaden muchos buenos colaboradores, el humor, la fantasía, la gratuidad; contribuyen a las elaboraciones sugerentes de efervescencias ESTIMULANTES.
Pero la culminación sucede también en estos avatares, más allá de las cantidades, superando las calidades intemedias; uno puede ofrecerse con toda el alma a la hora de presentar un obsequio. Una pequeñez puede llevar consigo las mejores expresiones.
La CULMINACIÓN incluye a uno mismo en el regalo.
Crédito fotografía: jay grandin.