Decía Kierkegaard: “No se trata sino de buscar el lugar desde el que hay que observar”. Menciona una apreciación vivida a diario; el LUGAR condiciona mucho esa conexión que va desdelo expuesto a lo detectado, el trayecto comunicador.

Fotografía de Fernando Cruz Bello

Me parece una buena consigna, aunque un tanto primitiva, puesto que me conmina a la ubicación como plan primordial del aprendizaje.

Y es que las noticias también tienen su haz y envés, en sí mismas y por parte del comunicante como del receptor; estableciendo un ENIGMA sustantivo de difícil resolución, porque las percepciones son sectoriales, no alcanzan nunca la totalidad.

Los datos de penosos augurios y los rasgos preocupantes aportan algunos recovecos de sentido contrario. Ahí radica uno de los RETOS fascinantes, ese descubrimiento gratificante que nos ilustre de cara al emprendimiento de nuevas acciones.

Además de la ubicación, de resultados ambivalentes; la exigencia de una participación activa en las miradas atentas, propicia los hallazgos benefactores.

Por lo tanto, la buena nueva depende en gran parte del supuesto previo que logre el ENFOQUE apropiado. Por otra parte, siempre será inestable.