A la historia del granjero Bob, quien, decidió liberar a los cerdos que criaba tras hacerse vegano, añadimos otra similar en Cuentamealgobueno, en este caso de un vaquero, también estadounidense, llamado Howard Lyman.
Howard es un granjero estadounidense de cuarta generación que por más de veinte años se dedicó a enviar a miles de vacas al matadero. Un día se encontró haciéndose una pregunta que cambiaría por completo su vida: ¿deberíamos seguir comiendo animales?
Ese momento fue el punto de no retorno para Lyman: «Sabía cómo «lucían» esos animales en el área de matanza. Sabía lo que había en sus ojos y yo era la persona que los había llevado hasta allí. Todo aquello en lo que había creído durante toda mi vida estaba en riesgo porque conducía una empresa construida sobre la matanza de animales».
Lyman vendió su granja de 486 hectáreas, y se quedó con 2,5 hectáreas que convirtió en un refugio de animales de granja y también empezó a alimentarse con alternativas a la carne. Desde entonces se ha dedicado incansablemente a hacer campañas y a recorrer el mundo dando conferencias para promover la alimentación vegana y la agricultura orgánica.
«El camino comienza con la acción individual. Lo primero que cualquiera de nosotros debe hacer es coger su tenedor y comprometerse a sacar a los animales de ahí… Yo voy a hacer todo lo posible por salir y hacer la diferencia».
Su historia ha sido presentada en los documentales Peaceble Kingdom: The Journey Home, y Cowspiracy, entre otros.
La historia de Howard Lyman, el granjero que dejó de comer carne y se convirtió en protector de los animales y el medioambiente, nos demuestra que al mirar a los ojos de un animal de consumo podemos reconocer que hay también alguien viéndonos al otro lado.
Fuente: Igualdad Animal.
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Rosa Mary de Torres de Las Palmas – http://www.somosuno.es.
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