Segunda vida para Boo Boo.
Las cámaras de seguridad de un pequeño hotel de Carolina del Sur, grabaron esta impactante escena con final feliz.
Ben Duke, el dueño del hotel, se percató de que el ascensor, tras cerrar sus puertas, había dejado pillada la correa de un perro. A su lado, observó como un pequeño terrier estaba siendo arrastrado hacia al ascensor, tirado por la correa, conforme el mismo subía.
En cuestión de segundos, el pequeño perro podría morir ahorcado, de no actuar rápidamente Ben y eso fue lo que hizo.
Con nervios de acero y con el riesgo de quedar también él atrapado por la cuerda o dañar su mano, desató en segundos al perro y consiguió salvarle la vida.
Resultó que el propietario del perro, que fue el que entró al ascensor, pensaba que el can le seguía, pero no fue así. Tras el rescate, rompió a llorar en lágrimas de alegría al volver a ver a su perro, llamado Boo Boo, seguía vivo.
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