Kuroki, un anciano campesino japonés, decidió sorprender a su amada de una forma inolvidable, quien por problemas de diabetes quedó completamente ciega de manera imprevista.
La pareja llevaba una vida tranquila y plena trabajando como granjeros y criando a su hijos en Japón, pero la enfermedad llegó a su familia y les truncó varios sueños, sobretodo a ella quien entró en depresión porque de ser una mujer activa, ya no podía hacer muchas de sus cosas.
La esposa de Kuroki ya no quería salir de su casa y sentía que su vida ya no tenía sentido, es decir, vivía abrumada todo los días, por lo que su amado decidió poner cartas en el asunto y por ello no tuvo mejor idea que darle un bella sorpresa.
De esa manera, se dispuso a trabajar día y noche para formar un bello jardín de flores rosas alrededor de su hogar.
Kuroki trabajó durante dos años seguidos y así creó un inmenso jardín aromático en su vieja vivienda de campo, ubicado en la ciudad de Shintomi.
En total logró plantar 7 mil flores de Phlox rosa (también conocida como musgo rosa), lo que no solo alegró a su mujer, sino que le dio un nuevo aspecto a la vivienda y la convirtió en un atractivo turístico.
Una demostración de cariño tan inmensa logró hacer que la mujer volviera a salir y recuperara su alegría, mientras el lugar es visitado por miles de turistas de alrededor del mundo, quienes viajan exclusivamente para conocer el regalo de Kuroki a su esposa.
La buena noticia nos la ha mandado Carla de Tarragona.