- El agua regenerada es una alternativa sostenible y complementaria para determinados usos.
- Su uso se ha incrementado un 17% durante 2015
La reutilización de aguas, o el uso de agua regenerada, consiste en dar un segundo uso a un recurso que de por sí es muy escaso, sobre todo en ciertos momentos de estiaje y en ciertas áreas de la geografía española.

Depuradora de Blanes. Foto: ACA.
Cuando se usa un agua, ésta pierde las propiedades que la hacen apta para el consumo humano al contaminarse con materia orgánica, inorgánica, bacterias, virus, etc, pudiendo convertirse en un foco de problemas para la salud humana si no es manejado con precaución.
Desde el punto de vista sanitario, es necesario hacer hincapié en la realización de una serie de tratamientos en esa agua que se quiere volver a usar de manera que la hagan completamente segura en relación con su uso futuro y no implique riesgos para la salud de las personas.
Durante el año 2015 se han reutilizado en Catalunya cerca de 30 hectómetros cúbicos de agua regenerada, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Este caudal supone un incremento del 17% respecto al 2014 (5 hm cúbicos más)
Ésto se ha obtenido sometiendo al agua regenerada en las depuradoras públicas catalanas a un tratamiento de regeneración terciario para que se llegue a los niveles requeridos para su uso posterior, según el Real Decreto 1620/2007.
De los 30hm cúbicos usados, 18,6 (el 63%) se han destinado a usos ambientales; 5,1 (17%) a usos recreativos; cerca de 2 (7%) a usos agrícolas; 3,5 (12%) a usos industriales y 0,3 (1%) a usos municipales.
En concreto, el agua regenerada se ha destinado a riego agrícola, de zonas urbanas y campos de golf; limpieza de calles; recarga de acuíferos; generación de caudales de mantenimiento y usos industriales; entre otros.
De esta manera se ha evitado extraer del medio los 30hm cúbicos de consumo que se cubren con agua regenerada, con el consecuente beneficio medioambiental.