Una cadena humana evita el varamiento de una veintena de calderones en Playa Blanca.
Las playas de Lanzarote han dejado una bonita y solidaria estampa este verano, cuando decenas de bañistas que estaban en la playa de Las Coloradas de Papagayo observaron la llegada de unos veinte cetáceos.
En concreto se trataba de «calderones tropicales«, que estaban a tan sólo cinco metros de la costa, a punto de encallar en la orilla, algo que las decenas de bañistas que se encontraban en la zona evitaron.
«Los turistas y bañistas que estaban en la zona hicieron una cadena e impidieron que los animales encallaran en la playa», ha explicado Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos del Archipiélago Canario (SECAC) a los medios de prensa locales.
Vidal Martín fue alertado de lo sucedido y se ha trasladó a la zona. Según indicaron desde el hotel Papagayo Arena, muy cercano a esta playa, sus trabajadores avisaron también al Seprona de la Guardia Civil. A su llegada, Martín recorrió la zona en busca de los animales alertó a la gente «para que avisaran si aparecían».
Según explica Martín, estos animales son «oceánicos» y suelen encontrarse a una profundidad «que excede los mil metros». Así, «no es habitual» que aparezcan tan cerca de la costa. Cuando lo hacen, «normalmente, es porque alguno de los animales está enfermo y el grupo está alrededor».
En caso de que este grupo de calderones hubiera llegado a quedar varado en la playa, la operación para devolverlos al agua sería «muy dificultosa», apunta el experto. Para esos casos, el Gobierno de Canarias tiene un «protocolo» de actuación y una «red de varamiento». La operación requiere «muchas personas en tierra y embarcaciones y el operativo es largo y complejo. Son casos muy complicados. Manejar a animales tan grandes y tantos no es nada fácil».
El experto apunta no obstante a que siguen «en alerta», porque los animales podrían volver a aparecer «en cualquier momento».
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Rosa Mary de Torres de Las Palmas – http://www.somosuno.es.
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