Dos cachorros de león de las cavernas aparecen bajo el hielo de Siberia.
Dos cachorros de león de la cavernas (Panthera spelaea) han sido encontrados bajo el hielo de Siberia. Los dos cachorros, llamados Uyan y Dean por sus descubridores –en referencia a su lugar de hallazgo–, han permanecido durante miles de años en la misma postura cuando el suelo de la cueva en la que se encontraban colapsó y quedaron atrapados para siempre en el hielo.
Una empresa privada dedicada a la recolección de colmillos de mamut fue la responsable del descubrimiento y la encargada de contactar con los científicos de la Academia de Ciencias de la República de Sajá en Yakutia (Rusia) quienes no tuvieron dudas de qué especie de felino se trataba.
Los pequeños leones de las cavernas, que medían 42 centímetros, todavía conservaban casi intactos su pelaje, sus patas, la cola, las orejas, los ojos e incluso los bigotes. Hasta ahora, son los ejemplares mejor conservados que se hayan encontrado de esta especie. Los expertos sugieren, gracias a hallazgos previos, que los felinos pueden tener unos 12.000 años de antigüedad.
Las anteriores reconstrucciones de los leones de las cavernas del Pleistoceno nos indican que se trataba de un gran animal de tamaño similar al actual tigre siberiano que mide más de un metro de altura y entre dos y dos metros y medio de longitud, más una cola de un metro.
El felino extinto, uno de los mayores depredadores de la Edad de Hielo, estaba preparado para vivir en climas fríos. Para sobrevivir a estas temperaturas, el león de las cavernas tuvo que tener una piel muy gruesa, y sus orejas y su cola pudieron ser más cortas que la del león africano moderno.
“Con la información que tenemos sobre esta especie solo hemos podido especular porque hasta ahora no había habido hallazgos de fósiles de león que aporten más evidencias”, ha subrayado Gennady Boeskorov, investigador del departamento de mamuts de la academia rusa.
Ahora, estos hallazgos proporcionarán nuevos datos sobre la especie, así como que permitirán descubrir bacterias antiguas y microorganismos “amantes del frío” (psicrófilos), para posibles aplicaciones en la agricultura y de utilidad en el medio ambiente.
Hemos conocido esta interesante noticia a través de la agencia Sinc.