Rincones de España que brillan en otoño y tienes que descubrir
En España son muchos los enclaves que tienen un brillo especial con la llegada del otoño. Entre ellos, los hayedos. Son especialmente famosos los de Irati, en Navarra, y Montejo, en Madrid. Pero hay lugares menos aplaudidos que están esperando ser descubiertos en otoño. El buscador Skyscanner destaca, entre otros muchos, estos seis.

Las Fragas do Eume, situadas en el noroeste de Galicia entre la costa de la ría de Ares y el cordal de la Serra de Loba en el municipio de Monfero,fueron declaradas Parque Natural en 1977 (Publikaccion / FLICKR) / Por 20minutos.
Faedo de Ciñera, León
Fagus es una haya con más de 500 años de antigüedad que vive en el precioso hayedo en Ciñera de Gerdón, en la Montaña Central Leonesa. En 2007 recibió el premio de “El Bosque Mejor Cuidado de España”, que le otorgó la organización de Bosques Sin Fronteras. Se trata de uno de los mejores lugares de la geografía española para visitar cuando las hojas se tiñen de rojo y de ocre.
Bosque de Muniellos, Asturias
Es uno de los bosques mejor conservados de España y cada otoño ofrece un espectáculo de colores ocres, amarillos y rojizos cuando las hojas de sus robles, rebollos, abedules y hayas comienzan a caer. El de Muniellos es, con sus 2.695 hectáreas, el mayor robledal de la Península Ibérica gracias a la labor de conservación que se viene llevando a cabo desde 1973.
Fragas do Eume, A Coruña
En la provincia de Coruña, siguiendo el trascurso del río Eume, se encuentra un precioso paraje repleto de lagos, valles y bosques que fue declarado Parque Natural en 1997. Se trata de un bosque atlántico termófilo, por lo que cada otoño sus fresnos, castaños, abedules, arces y robles se tiñen de colores que contrastan con el verdor de unos helechos que no paran de crecer bajo una vegetación que apenas deja penetrar la luz.
Sierra del Segura, Albacete
En el extremo más meridional de Castilla-La Mancha, lindando con las provincias de Jaén, Granada y Murcia se alza la zona más singular de la geografía albacetense, una llena de valles y bosques salpicados por ríos y arroyos que dotan al paisaje de una frondosidad sin parangón en esta parte de España. Pinos, arces, tejos, sauces y encinas se vuelven aún más bonitas en los meses de octubre y noviembre. Hay que visitar el nacimiento del río Mundo, la Cabaña de los Mojones y el mirador de Liétor.
Valle de Arán, Lleida
El valle de Arán, en los Pirineos de Lleida, está formado por 620 kilómetros cuadrados de extensa vegetación que alcanza alturas por encima de los 2.000 metros. En otoño, poco antes de que aparezcan las primeras nieves, sus pinos, abetos y hayas deleitan al viajero con hojas en tonos amarillos, rojos y naranjas por todo el valle.
La Granja de San Ildefonso, Segovia
La belleza del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso debería ser excusa suficiente para desplazarse hasta este rincón de Segovia en la sierra de Guadarrama. Sin embargo, cuando el verano deja paso a los colores del otoño el espectáculo se intensifica aún más en las 146 hectáreas de los jardines que rodean el edificio. Se celebra además un festival de música clásica en la Casa de las Flores.
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