Hoy 5 de junio se celebra el día Mundial del Medio Ambiente, que se declaró por la Asamblea General de Naciones Unidas, el 15 de diciembre de 1972 en la Conferencia de Estocolmo, Suecia. Se trata de un día para sensibilizar la opinión mundial sobre los factores que influyen al medioambiente, un evento en el que se realizan múltiples actividades: concentraciones en calles, conciertos ecológicos, actividades en los colegios, plantaciones de árboles, campañas de reciclaje y de limpieza, entre otras.

Día mundial de Medioambiente. Un eco-bosque- Foto: Faber Castell

Día mundial de Medioambiente. Un eco-bosque- Foto: Faber Castell

El Día Mundial del Medioambiente (WED) es un evento anual que busca ser el día más extensamente celebrado a nivel mundial, mediante una acción medioambiental positiva. Las actividades del WED se realizan durante todo el año pero su punto más alto es cada año el día de hoy con la participación de personas de todos los lugares geográficos.

Desde la compañía fabricante de útiles escolares Faber Castell se han dirigido a nosotros en este día para detallarnos una operación que está desarrollando en Colombia: un importante proyecto forestal que al tiempo que servirá para abastecer sus plantas de producción con materias primas de origen ecológico, ayudará a recuperar la región, y será capaz de ofrecer un porvenir a los campesinos de la zona.

Eco-bosques Faber-Castell.

Esta compañía, como parte de sus acciones de responsabilidad social y ecológica, ha iniciado una nueva e importante campaña de reforestación. En el norte rural de Colombia, el Estado, con la colaboración de algunos patrocinadores, está luchando para frenar la progresiva erosión, mediante la creación de grandes eco-bosques. Un proyecto del que también se benefician los agricultores locales: En sus tierras, estériles hasta hace poco tiempo, crece ahora madera para fabricar lápices.

Madera talada proveniente de un eco-bosque para ser utilizada en lápices escolares. Foto: Faber Castell

Madera talada proveniente de un eco-bosque para ser utilizada en lápices escolares. Foto: Faber Castell

En una zona económicamente deprimida del norte de Colombia, 51 agricultores están cultivando cerca de 2.000 hectáreas de bosque para Faber-Castell, para abastecer de materia prima a las plantas de producción de la empresa. Para ello, utilizan parte de sus propias tierras que anteriormente se destinaban principalmente al pastoreo de ganado. La especie plantada en los nuevos bosques es la Gmelina arborea, comúnmente conocida como «Melina». A cambio de cuidar de los árboles, los cultivadores se benefician de los ingresos que producen las ventas. Se está planeando ampliar el área de bosque a 3000 hectáreas para poder suministrar a medio plazo a todas las plantas de producción de procesamiento de madera de la compañía en Brasil, Indonesia y de la sede alemana en Stein. Además, también se ha abierto recientemente un aserradero.

Uno de los agricultores de un eco-bosque. Foto: Faber Castell

Uno de los agricultores de un eco-bosque. Foto: Faber Castell

El proyecto forestal es parte de un programa de reestructuración a gran escala en los municipios a lo largo del río Magdalena que han sido seriamente afectados por la erosión del suelo y el sobrepastoreo. El proyecto no sólo aspira a salvar la región ecológicamente (golpeada por las inundaciones y las pérdidas de cosechas), sino también a estabilizarla económica y políticamente.  Faber-Castell es uno de los pocos inversores del sector privado actualmente activos en la región. Gracias a este compromiso, la empresa es capaz de abastecer sus plantas de producción con materias primas de origen ecológico, al tiempo que ofrecen un porvenir a los campesinos.

Primera empresa privada autorizada a vender derechos de emisión.

Los programas de forestación se han ganado el más alto reconocimiento: en 2012, la ONU los certificó como proyectos de «Mecanismo de desarrollo limpio» (MDL) para desarrollos ambientalmente compatibles. Debido a esta certificación, este fabricante de material escolar se ha convertido en la primera empresa privada en el mundo que ha sido autorizada para vender derechos de emisión provenientes de los bosques, según lo previsto por el protocolo de Kyoto para reducir a nivel mundial las emisiones de dióxido de carbono. Actualmente se calcula que se producen 33500 millones de toneladas de CO2 anualmente, lo que conducirá al calentamiento global de por lo menos 6 grados Celsius a largo plazo, con consecuencias desastrosas para el planeta.

Según sostiene esta compañía, ha estado presentando un balance positivo en ese sentido desde la década de 1980: en Brasil, la empresa ya inició la reforestación de 10.000 hectáreas de bosque de pinos para abastecer la planta más grande del mundo en São Carlos, que tiene una capacidad de producción de lápices de madera de 2 mil millones al año. La madera, así como la planta de fabricación, han recibido el sello de Cadena de Custodia (C.o.C.) de calidad de manos del Forest Stewardship Council (FSC), y satisfacen la más alta observancia en términos de sostenibilidad.

Así, produce 2 mil trescientos millones de lápices en todo el mundo (99% de los cuales son fabricados con madera certificada) y es considerado como el mayor fabricante mundial de lápices de madera. Gracias a su actitud hacia el medio ambiente, que ha sido una constante en su forma de actuar desde hace décadas, el grupo puede considerarse “Clima Neutral”, es decir, inocuo para el clima, no contribuyendo a incrementar el efecto invernadero: Los bosques de Faber Castell absorben tres veces la cantidad de dióxido de carbono que emiten las 14 plantas de producción de la empresa.