«La Sonrisa Verdadera»
Comienza la aventura de los hermanos Aznárez Ros.
Ejemplo de amor y superación donde los haya.
Juan Manuel irá con su hermano Sergio, ciego y autista, en bicicleta de Cuenca a Marruecos para demostrar que no hay nada imposible.

La Sonrisa Verdadera – Los hermanos Juan Manuel y Sergio Aznárez Ros irán en tándem de Cuenca a Marruecos
Manuel de Córdoba y miembro del Club Deportivo Cuentamealgobueno nos envía una emocionante historia de superación y motivación, que aparece hoy publicada en Marca.
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– Trailer La Sonrisa Verdadera –
Los hermanos Sergio y Juan Manuel Aznárez Ros recorrerán los 1.313 kilómetros que separan Cuenca de Tinerhir, una recóndita aldea del Atlas marroquí. De estos dos valientes hermanos, Sergio es ciego, nació sin globos oculares. Su infancia transcurrió en un ir y venir al hospital. Cada cierto tiempo debía pasar por el quirófano para ampliar sus cavidades orbitarias. Era un tránsito necesario para que su crecimiento facial fuera correcto.
Sergio no entendía lo que sucedía. Todo lo que le rodeaba era agresivo, doloroso. Se encerró en sí mismo. Dejó de interactuar con lo demás. Sus padres pensaron que era causa de su ceguera. La vida les reservaba otra desagradable sorpresa. Cuando cumplió los 8 años y, gracias a Mati, su profesora, descubrieron que padecía autismo.
Mati se convirtió en el primer referente de Sergio fuera de su entorno familiar. «Nos puso en contacto con la persona que diagnosticó su autismo. Además, nos presentó a Pepe Torralba, que le descubrió la música», comenta Mari Ros Rosado, madre de Sergio y Juan Manuel y «culpable» de esta aventura sobre ruedas de los hermanos Aznárez.
El punto de destino elegido por el tándem Aznárez no es causal, ya que precisamente es en Tinerhir donde ahora se encuentra Mati. «Sergio está emocionado con ir allí y, sobre todo, por ir conmigo en tándem hasta Marruecos. Sólo hay que ver la ilusión con que se entrena», afirma Juanma.
Sergio acude cada día al gimnasio. Acumula varios meses de entrenamiento, siempre de la mano de Félix Amo, su preparador. Ambos comparten algo más que unas cuantas horas entre máquinas, bicicletas y aparatos. Son compañeros de la ONCE. Félix padece retinosis pigmentaria. Un cursillo de montar a caballo originó una amistad que perdura con el paso del tiempo. «Hemos congeniado bien porque los dos tenemos nuestras limitaciones, pero ninguna barrera que impida alcanzar una meta como este viaje», asegura Félix.
Las horas de gimnasio han potenciado el físico de Sergio. «Nunca pone pegas a lo que le digo que haga, es como una esponja», comenta Amo. Clases de spinning, ejercicios para potenciar el tren inferior y los hombros y brazos y mucha bici. «Es lo que más me gusta», recalca Sergio, siempre con una sonrisa en los labios. «Lo mismo es él quien tiene que tirar de mí porque está mejor preparado físicamente que yo. Antes había que pedirle que se esforzara, ahora hay que pararle, le da una caña tremenda a los pedales», reconoce su hermano mayor.
Juanma será los ojos de Sergio en esta aventura. Ejercerá de hermano, de gregario y de detective. Aunque en estas últimas semanas han mejorado su método de comunicación sobre el tándem, Juanma deberá percatarse de cuál es el estado físico de su compañero en cada momento: «Él siempre te dice que va bien porque atesora una gran fuerza de voluntad y aguante, tendré que estar pendiente por si se cansa o le duele algo para que no fuerce demasiado».
Un mensaje de optimismo
Los 1.313 kilómetros son la excusa perfecta para lanzar un mensaje de optimismo a la sociedad. «No queríamos contar la historia de Sergio, queríamos que él mismo la contara, por eso pensamos en realizar esta travesía», apunta Juanma. La idea rondaba en su cabeza desde hace tiempo, pero se materializó tras ver cómo su hermano disfrutaba de un viaje a Tailandia y de seis meses de residencia en Brighton, donde vivió el mayor de los Aznárez durante seis años.
El próximo 20 de abril partirán de Cuenca. Su hoja de ruta establece 60 kilómetros por día en las primeras jornadas. «Luego seguro que subimos a 80 ó 100, pero siempre al ritmo de Sergio», corrobora su hermano. Será casi un mes donde ambos compartirán noches de acampada, pedaladas por tierra y asfalto, viajes en autobús o en barco…
Miles de experiencias que, en forma de documental, tratarán de contagiar a todo el mundo con la eterna felicidad de Sergio. Un relato en primera persona. «¿Cómo cuentas las cosas que te pasan, Sergio?», pregunta Juanma. «En unas cintas de casete», responde. Por eso su grabadora, ese amigo silente con el que se confiesa, también ha sacado billete para este viaje.
La Sonrisa Verdadera
Sergio vive en el presente, en un estado de felicidad permanente. De ahí la denominación de esta aventura: La sonrisa verdadera. «Para él no hay nada más que el ahora. Nos enseña que faltándote tanto es posible ser feliz», comenta su compañero de travesía. Su vida es un ejemplo de lo que se consigue con esfuerzo y trabajo. «Si hace 15 años me dicen que me iría en bici con mi hermano a Marruecos no me lo habría creído», puntualiza Juanma. Tres lustros en los que pocos preveían un cambio tan sustancial en Sergio.
Atrás quedan esos días en los que se autolesionaba y no entendía el mundo que le rodeaba. Se encerraba en sí mismo. La música y el deporte permitieron a Sergio encontrar su sitio con la ayuda de familiares, profesores y amigos. Baila claqué, toca el piano, canta en un coro, nada, monta en bici, acude al gimnasio y viaja a cualquier rincón del planeta.
Una vida de película
Los 1.313 kilómetros que separan Cuenca de Tinerhir quedarán condensados a 24 fotogramas por segundo. El objetivo es reflejar en un documental la vida de Sergio a través de este viaje. La idea surgió hace dos años. Juan Manuel y Sergio se unieron a unos amigos del colegio para poner en pie este proyecto, bajo el título de La sonrisa verdadera.
En este tiempo han llamado a muchas puertas en busca de colaboración. Gracias a un conocido que trabaja en las tiendas de bicicleta Sanferbike se pusieron en contacto con su propietario, Julio Sánchez. Desde hace unos años este establecimiento cuenta con un proyecto social. «Eran muchas las peticiones al año para que prestáramos material, así que decidimos estructurar anualmente nuestro plan de ayudas», comenta Julio.
Cuando le llegó la petición de los Aznárez no lo dudó y les puso en contacto con Cannondale. Esta empresa les ha regalado el tándem, valorado en casi 4.000 euros. «Es un proyecto que va más allá del deporte, el valor humano que encierra es un ejemplo para todos. Queríamos estar con ellos y suministrarles la bicicleta, que será suya una vez concluya la aventura», apunta Ignacio Giménez, director de marketing de Cannondale en España y Portugal. Esta marca, originaria de Pensilvania, da nombre al equipo profesional en el que militan Ivan Basso o Peter Sagan (Cannondale Por Cycling), así como a su versión en moutain bike (Cannondale Factory Racing) con el bronce olímpico Marco Aurelio Fontana en sus filas. Además, desde hace cinco años apadrina el programa ‘good fighters’, que reconoce a ciclistas que sirven de inspiración para montar en bici. «Juan Manuel y Sergio son unos buenos luchadores por eso llevan el logo de good fighters», afirma Giménez. «Lo que nosotros damos se puede cuantificar. Lo mucho que nos dan ellos, no», ratifica Julio, de Sanferbike
Un vecino de Cuenca también se ha sumado a esta aventura. Manuel Plaza, cuatro veces campeón de España de Rallies todoterreno y participante del Dakar en 13 ocasiones, les ha prestado sus vehículos y les brinda todo su apoyo sobre el terreno. «Nos viene de fábula, pensábamos ir en un Renault Clio», comenta Juanma.
Cualquier ayuda es bien recibida para la elaboración del documental en www.lasonrisaverdadera.org, un sitio web en el que se asoman rostros conocidos como Butragueño, el atleta Kevin López, Susanna Griso, Ramón Fuentes o Antonio Lobato, entre otros, para animar a Sergio en su viaje a Marruecos. «Todo el mundo debería conocer esta historia, es un gran estímulo para comprobar que hay gente que no se resigna a un destino cruel», afirma Butragueño.
Prohibido enfadarse
Juan Manuel también sufrió lo suyo. «De pequeño pensaba que cualquier día hablaría, no entendía lo que era el autismo, dejé de lado a amigos que no aceptaban a Sergio. Mis padres me prohibían enfadarme porque mi hermano reaccionaba según nuestras emociones y no era plan de hacerle pasar un mal momento de modo gratuito», comenta Juanma.
La vida de Sergio se asemeja con la ascensión a uno de los techos del planeta. Cada día es un nuevo metro conquistado. Con 26 años, Sergio ya ha hollado con creces su particular ochomil, pero no se conforma.
En menos de un mes cubrirá, pedalada a pedalada, 1.313 kilómetros junto a su hermano. Como cuando de niños cada viernes salían del colegio en Madrid -Juanma de un internado y Sergio de un centro de la ONCE- en busca del tren que les llevara de vuelta a Cuenca. Siempre juntos.
Noticia publicada en Marca y completada con material de lasonrisaverdadera.org.
¡Hola! me gustaria saber si el itinerario previsto pasais por San Clemente, muchas gracias
Hay días mágicos, hay días en los cuales el optimismo inunda cualquier rincón del ser, dónde el “SE PUEDE” es evidente, a pesar de partir de grandes dificultades. Hoy en San Clemente hemos tenido la oportunidad de ser testigos de los valores necesarios e importantes que hacen que toda persona pueda soñar y ponerse en camino para conseguir sus sueños.
Hoy Sergio Aznárez, ha comenzado la primera etapa de su sueño, desde Cuenca a San Clemente. Una etapa de 110 kilómetros, de muchas horas, en la cual pedaleando junto a su hermano Manuel, toma conciencia de las propias capacidades, de las fortalezas y debilidades, de la resistencia a la frustración y de la energía que te transmite la ilusión de iniciar El VIAJE. Un viaje movido por las emociones, un viaje directo al corazón, porque el objetivo es el reencuentro con la persona que le ayudó a creer en sí mismo, a creer que se puede a pesar de tener un hándicap importante como es ser autista y ciego.
Ante un reto así no puedo sentir más que admiración y preguntarme como docente qué valores son los importantes para transmitir a nuestros alumnos/as, qué valores son los que realmente les van a servir para vivir con sus circunstancias personales y sociales, para disfrutar de la vida, para alcanzar sus sueños, para ser felices.
En estos 27 años que tiene Sergio, se han experimentado grandes cambios en educación, en la respuesta educativa que se ha dado al alumnado con necesidades educativas especiales, es decir de aquellos alumnos que presentan algún tipo de discapacidad física, psíquica, o trastornos graves de conducta. Apostando en principio por un modelo de integración educativa y actualmente por un modelo de escuela inclusiva, pero en cualquier caso, no son las Leyes de Educación, las que producen el cambio en la respuesta, aunque sí pueden facilitarla, sino que el cambio fundamental ha sido entender que la diversidad del alumnado en nuestras aulas, es una oportunidad enriquecedora para todo el alumnado, profesorado y familias.
Una oportunidad que se aprovecha y da sus frutos, lo vemos en el caso de Sergio, cuando dos pilares fundamentales en la educación, el profesorado y la familia, se implican en el proceso educativo, con el objetivo de conocer cuál es la situación presente de ese alumno, su situación personal y social, mostrando interés por saber cuáles son sus sueños y hasta dónde quiere llegar.
En la respuesta a estas preguntas encontramos qué debemos hacer para facilitarle el camino, qué ruta debemos seguir para guiarle hacia sus objetivos, en algunos casos tan difíciles y extraordinarios como los de Sergio.
Y me pregunto en qué valores se apoya y qué fuerza interior le mueve a un joven de 27 años, autista y ciego a emprender un viaje de casi 1400 kilómetros, desde Cuenca a Tinerhir (Marruecos) en tándem.
Sin duda, la respuesta debe estar en el corazón. Para emprender este viaje se ha aprovisionado de un tándem cargado de gran confianza en sí mismo y en su entorno, especialmente en su hermano Manuel, de tener conocimiento de sus capacidades y debilidades, de tener motivación y perseverancia para conseguir lo que se propone, de tener pensamientos positivos, de poner el foco en sus fortalezas, de ser responsable de sus acciones, de tener el valor y autoestima suficiente para saber que puede conseguir los objetivos que se propone.
Transmitir estos valores es la meta de todo educador, “Educar para la vida”, y por ello mi enhorabuena a todos los implicados en la educación de Sergio porque lo habéis conseguido, y mi admiración a los dos hermanos, Sergio y Manuel. Un tándem lleno de valores imprescindibles para disfrutar de la vida en cualquier situación que esta nos ponga.
Hoy ha pasado un TÁNDEM por San Clemente, que es un ejemplo de fortaleza.