Tweet de David PogueLa semana pasada David Pogue, periodista tecnológico del New York Timesperdió su iPhone en un tren. Cuando se dio cuenta, llamó a su número, pero no obtuvo respuesta y más tarde el teléfono estaba ya apagado, lo que pudo confirmar gracias a la aplicación «Find My iPhone».

A los tres días el móvil fue encendido de nuevo. En ese momento, David utilizó su cuenta de Twitter para informar a sus casi 1,5 millones de seguidores de la localización del dispositivo y les pidió ayuda para recuperarlo. Cinco horas después, lo consiguió.

Pero según cuentan en varios medios donde hemos encontrado esta curiosa noticia, no fue fácil. El periodista neoyorquino contactó con el departamento de policía del barrio en el que se encontraba su teléfono, Prince George. Varios usuarios de Twitter hicieron lo mismo, como explicó el periodista en el blog Gizmodo, donde escribe. Otros le advirtieron de que se trataba de un barrio peligroso, con más crímenes y asesinatos que la media estadounidense.

La policía local acudió a la dirección que mostraba Find My iPhone horas más tarde mientras hablaban con Pogue. Éste hizo sonar su teléfono mediante la aplicación hasta que dejó de funcionar (porque fue apagado o porque se quedó sin batería).

Zona en la que se localizó el iPhone del periodista

Zona en la que se localizó el iPhone del periodista

No obstante, tras una hora de búsqueda, los policías no llegaron a escuchar la alarma en ningún momento. Sin embargo, cuando salieron al patio trasero encontraron el iPhone en elcésped. Seis horas y cuarenta minutos después del tweet del periodista publicaron una foto con el terminal de Pogue en Twitter:

Policías neoyorquinos con el móvil de marras. Foto publicada en Twitter

Policías neoyorquinos con el móvil de marras. Foto publicada en Twitter

«Soy terriblemente afortunado», escribió Pogue. «Afortunado por tener tantos seguidores enTwitter. Afortunado porque se preocuparon lo suficiente como para involucrarse. Afortunado porque la policía no se rindió y pensó en buscar en el jardín. Afortunado y agradecido, Muy, muy agradecido».